lunes, septiembre 8





"Las últimas gotas de tu perfume no están en su recipiente.
Hay en mi ropa de invierno y en tus besos de abril.
Hay otro poco en las mañanas de desayunos en la cama, provenientes de noches largas.
Una parte quedó en tus abrazos fuertes, con calor a madre.
Esos abrazos, que dan todos, y no da nadie.
Las últimas gotas de tu perfume te las olvidaste en mis idas y venidas.
En mis ganadas y perdidas.
Pero tu última mirada de despido quedó clavada, en el suspiro sostenido, de cada maniobra de mi olvido."

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